Así lo expresó Mariano Tomás Cassani, exdocente de la FAUBA, quien renunció a su cargo para trabajar en el ámbito privado. Su decisión, dice, está marcada por el desfinanciamiento y la situación económica insostenible que afecta tanto a docentes como a investigadores de todo el país.
En el contexto actual de desfinanciamiento que afecta tanto los salarios docentes y no docentes, como al funcionamiento de las universidades públicas, la Facultad de Agronomía de la UBA sigue perdiendo docentes e investigadores de amplia trayectoria, que se ven forzados a renunciar y buscar oportunidades en el exterior o en el sector privado.
El Dr. Mariano Tomás Cassani acaba de culminar un postdoctorado en The Land Institute en Kansas, Estados Unidos, para investigar sobre los cultivos de granos perennes. Dejó la FAUBA a principios del 2024 porque encontró en el ámbito privado mejores oportunidades económicas para el desarrollo personal y profesional.
«Renuncié a principio de año a la Cátedra de Manejo y Conservación de Suelos (donde me encontraba con licencia sin goce de sueldo), y ahora con mi esposa estamos trabajando en la actividad privada.
Ella fue becaria doctoral del Conicet e hizo el doctorado acá en la Facultad. Aplicó para las becas de postdoc de Conicet, pero paralelamente también tuvo una oferta muy interesante de trabajo en el ámbito privado. Concretamente todo se dio por un marco económico, entre otros, que te llevan a una falta de perspectivas favorables a futuro”, expresa.
Esa falta de perspectivas se extiende también a sus colegas. Según cuenta, muchos se vieron obligados a optar por radicarse en el extranjero. «Tengo conocidos que están haciendo postdoctorados afuera y no pueden volver porque no tienen dónde vivir, porque no pueden pagar un alquiler».
Cassani lamenta el desmantelamiento del Sistema de Ciencia y Técnica Argentina, y se lo atribuye a una decisión ideológica: «Es muy difícil construirlo y es muy fácil deshacerlo. Y no entiendo por qué.
Por qué tanto odio por algo que funciona bien. No lo entiendo. En vez de quedarnos con lo que funciona bien, incluso tratar de arreglarlo porque todo siempre tiene algo para mejorar, veo que quieren desbaratarlo. Porque al desfinanciarlo no podes pensar en otra cosa”, dice.
Para el Ing. Agr., el desarrollo del país no solo depende de la explotación de recursos naturales, sino de la educación y de la formación de recursos humanos. “Es la capacidad intelectual de la gente, la educación, eso es lo que nos va a potenciar el futuro. No hay duda al respecto, no lo digo yo, lo dicen todos los países del mundo”.
Y afirma que: “Lo único que para mí venía funcionando bien a través de los distintos gobiernos fue el Sistema de Ciencia y Técnica argentino, que incluye a las universidades públicas. Y es la joya que tiene la Argentina. El exterior pide gente formada de la universidad pública”.
En esa misma línea, añade que, si bien “siempre hubo luchas y protestas por el salario, porque la inflación siempre existió” asegura que “nunca llegó a un nivel como el de este año”.
A pesar de todo, Tomás Cassani manifiesta un profundo orgullo y gratitud hacia la Facultad de Agronomía de la UBA. “La Facultad me dio todo. Soy lo que soy gracias a la universidad pública”, concluye con la esperanza de que la sociedad argentina reflexione sobre el valor de la educación pública, un pilar esencial para el desarrollo y el futuro de nuestro país.