¿Existe la diferencia entre género y sexo?

Para lograr conocer las diferencias entre género y sexo considero pertinente primero definirlos.

Según la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud, consideran que el término “SEXO” se refiere al conjunto de características biológicas que definen al espectro de los seres humanos como hembras y machos. 

Pero el significado común del término “Sexo” en el lenguaje coloquial comprende su uso como actividad (por ejemplo: tener  “sexo”) y también, como un conjunto de comportamientos (por ejemplo: “roles sexuales”).

Empero, en aras de la precisión conceptual, se acordó que en el marco de las discusiones y los documentos técnicos se limitaría el uso del término “Sexo”, solo al plano biológico. 

Se entiende por “GÉNERO”,  a la suma de valores, actitudes o características culturales basadas en el sexo. 

 El género, tal como ha existido de manera histórica y en las sociedades contemporáneas, refleja las relaciones particulares de poder entre el hombre y la mujer. 

El género tiene su identidad y define el grado en que cada persona se identifica como masculina o femenina o alguna combinación de ambos. Es el marco de referencia interno, construido a través del tiempo, que permite a los individuos organizar un autoconcepto y comportarse socialmente en relación a la percepción de su propio sexo y género. La identidad de género determina la forma en que las personas experimentan su género y contribuyen al sentido de identidad, singularidad y pertenencia.

Las controversias

La Real Academia  de la Lengua Española, ha cuestionado el término “género” como inexacto e inconveniente, ya que considera que  “las palabras tienen género, mientras los seres vivos tienen sexo”. Entiende que el término género es una traducción de la palabra anglosajona “gender”,  concepto que ha servido para diferenciar la categoría socio-cultural que implican las diferencias de orden social. 

Dentro del ámbito sociológico puede resultar útil  e incluso necesaria, pero para la Real Academia no es posible como sinónimo de sexo.  

 Para las expresiones como discriminación de género, debe decirse “sexo” y no “género”. Si de género hablamos, para la Academia, el uso del masculino en referencia a ambos sexos designa a todos los individuos de la especie, sin distinción de sexo.

A  pesar de ello, dice, en los últimos tiempos  por razones de corrección lingüística, se está extendiendo la costumbre de hacer explicita, en estos casos, la alusión de ambos sexos. 

 Sexo y género en Naciones Unidas

Para UNICEF, el concepto de género se refiere a la construcción social y cultural que se organiza a partir de nuestras diferencias biológicas como varones y mujeres.   Ciertas ideas y creencias, sobre lo “propio” de lo masculino o de lo femenino, se transmiten socialmente desde los medios de comunicación, la escuela, la familia y otras instituciones, y terminan reproduciendo estructuras que acentúan la desigualdades entre las personas. 

  Porque el género no sólo modela nuestras maneras de ser y de apropiarnos de nuestras decisiones, sino que también determina la calidad de nuestra inserción en los distintos ámbitos de la vida familiar, laboral, profesional y política, estableciendo jerarquías que nada tienen de “naturales”.

La diferencia a mi criterio es que: el género es un marco de referencia interno construido a través del tiempo que permite a los individuos organizar un autoconcepto y a comportarse socialmente en relación a la percepción de su propio sexo y género, y el sexo es un marco de referencia externo visible, bien diferenciable, que no se construye sino que viene con cada una de nosotros.

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