¿Estamos preparados para una emergencia sanitaria con el virus del Ébola?

El Dr Mario Lozano responde acerca de la posibilidad de propagación del virus en Argentina.

 

¿Cuáles son las características del virus y como se trasmite?

El virus del Ébola  se transmite entre los seres humanos a través del contacto físico cercano y directo con fluidos corporales infectados. Los más infecciosos son la sangre, las heces y el vómito, también se ha detectado en la leche materna, la orina y el semen, por lo que estos fluidos de personas infectadas también son peligrosos. El virus puede persistir en el semen durante al menos 70 días.
Los fluidos de saliva y lágrimas no son concluyentes para afirmar que puedan infectar. En los estudios de la saliva, el virus se encontró en los pacientes en una fase grave de la enfermedad. Por último, el virus nunca ha sido aislado del sudor.
El virus del Ébola también se puede transmitir indirectamente, por el contacto con superficies y objetos previamente contaminados. El riesgo de transmisión de estas superficies es baja y se puede reducir aún más utilizando procedimientos de limpieza y desinfección adecuadas.

¿Qué nivel de riesgo real existe en el país con esta enfermedad?

Para que la enfermedad ingrese al país hay que verificar otras variantes epidemiológicas como  el movimiento de personas de y desde el foco de la infección. En este sentido, el país no dispone de vuelos directos con los países donde se registra el brote. Si los hubiera, deberíamos aprender de los errores de los países no africanos, como EEUU y España.
En España, la enfermera Teresa Romero se infectó, luego de tratar a un misionero español infectado con el virus. Si bien mucho se discute la causa de la infección de Teresa,  los recortes en el presupuesto de Salud y el relajamiento de las normas de seguridad (el traje que usaban los enfermeros españoles no era completamente impermeable al virus), o la falta de respuesta rápida (Teresa estuvo 6 días en su casa con fiebre después de alertar al sistema de salud de ello) tuvieron mucha incidencia en el caso.
En EEUU, el sistema de salud, cometió  tres errores graves consecutivos:

1. Thomas Eric Duncan, ingresó el 19 de septiembre a EEUU. El vuelo salió desde Monrovia (Liberia), uno de los lugares afectados por el virus del Ébola. En el aeropuerto de Washington no se hacían todavía controles de temperatura. Seis días más tarde, Duncan concurre al Hospital Presbiteriano de Salud de Texas, con una fiebre de 37,8 grados y no fue examinado adecuadamente. La doctora que lo examinó incluyó en su registro que había llegado recientemente de África. Sin embargo, fue dado de alta a la mañana siguiente. Un día después Duncan regresó al hospital donde murió el 7 de octubre.

2. Inicialmente Duncan, fue tratado  sin protocolo de seguridad. A consecuencia de ello, dos enfermeras se contagiaron.

3. Una de las enfermera contagiada, Amber Vinson, a pesar del monitoreo, viajó a Cleveland y volvió a Dallas en un vuelo de Frontier Airlines, un día antes de internarse en el Hospital aumentando el riesgo de transmisión de la enfermedad.

Argentina  está en condiciones de evitar estos errores y controlar un posible brote.

¿Qué medidas concretas se tomaron para afrontar posibles casos locales?

El Ministerio de Salud de la Nación consideró un escenario con  hospitales especializados, detección temprana y cuidados extremos. Se reforzó la vigilancia sanitaria en los puertos y aeropuertos internacionales, a partir de la obligación de reportar sobre viajeros con síntomas compatibles con la enfermedad del Ébola.
Existen tres centros de referencia: el Hospital de Alta Complejidad El Cruce “Dr. Néstor Carlos Kirchner, el Hospital de Pediatría “Juan Garrahan” y el Hospital Militar Central “Cirujano Mayor Dr. Cosme Argerich”.
Por su parte, el Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires designó seis hospitales para tratar la enfermedad del Ébola entre ellos el Eurnekian de Ezeiza, y el Ludovica de La Plata.

¿Qué características tiene el sistema de detección en 24 hs que se desarrolló en el país?

Es un método basado en la detección del genoma del virus. El nombre del método tiene las siglas RT-PCR (del inglés, Reverse transcriptase – polymerase chain reaction) debido a que usa dos técnicas enzimáticas para amplificar una región determinada del genoma viral. Estas técnicas son la transcripción reversa (que convierte al ARN (ácido ribonucleico, que es la molécula que forma el genoma del virus del Ébola), en ADN (ácido desoxirribonucleico), que es el sustrato para la segunda etapa.
Esta última etapa, es la reacción en cadena de la polimerasa, que permite amplificar una región del ADN generado en la primera etapa, para obtenerlo en cantidades adecuadas para que pueda ser visibilizado por técnicas comunes de laboratorio.
Se ha desarrollado un método de detección rápida y no un diagnóstico. Para desarrollar un diagnóstico deberíamos tener acceso a muestras de pacientes infectados con el virus del Ébola y comparar los resultados obtenidos por el método desarrollado con otros métodos de diagnóstico ya establecidos para la enfermedad. Es importante aclarar que ninguno de estos métodos por si sólo posee la capacidad de detectar el 100% de las posibles variantes (mutantes) que podrían aparecer. Sin embargo, su diseño está enfocado a poder detectar la inmensa mayoría de las variantes, de manera que son considerados aptos por las Organizaciones Internacionales como la OMS y resultan muy útiles en la actual situación para garantizar una respuesta rápida en Argentina.

¿Este desarrollo local se está usando en otros países?

Es interesante destacar que un método desarrollado por científicos y médicos argentinos se está utilizando para tratar a los pacientes infectados por el virus del Ébola.
Este tratamiento se basa en la inoculación del plasma extraído de pacientes que sobrevivieron a la enfermedad, para tratar a los nuevos infectados. Es el mismo que se usa hace bastante tiempo en nuestro país para tratar la fiebre hemorrágica Argentina (o mal de los rastrojos), una enfermedad también hemorrágica provocada por el virus Junín con tasas de mortalidad parecidas a las del virus del Ébola.
En Argentina, los sobrevivientes del mal de los rastrojos, eran convocados para donar sangre, la que después se procesaba para obtener el plasma. La mortalidad de la fiebre hemorrágica Argentina disminuyó desde del 30% a menos de un 1% cuando se aplicó el tratamiento.

¿Que considera importante para trasmitir a la población?

No al miedo irracional, si a la precaución. No aceptar mansamente lo que se transmite desde los medios, y sobre todo desde las usinas de las grandes corporaciones que tienen el lucro como objetivo primordial.
Respecto a las políticas públicas, la cantidad de casos a nivel mundial por año en estas enfermedades, (suelen denominarse como “enfermedades olvidadas” o “descuidadas”), como lo es la enfermedad del Ébola, es muy bajo. Por ello, los desarrollos de vacunas o tratamientos no son económicamente viables para las farmacéuticas. Son los estados los únicos que podrán sustentar estos desarrollos, y los ciudadanos deberían adquirir una conciencia de la importancia que las enfermedades olvidadas tienen en la salud pública.

Por Marina González

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