La cantidad de trabajadores registrados en el sector privado –el llamado empleo de calidad– cayó en casi 100.000, según datos oficiales, desde enero hasta marzo y se teme que sean casi el doble cuando se contabilice abril y mayo.
Al cierre de noviembre pasado, según el Sistema Previsional Integrado Argentina (SIPA) había 6.374.000 trabajadores, mientras que en febrero –el último dato disponible– había 6.311.100. Esto implica que en ese lapso desaparecieron 62.900 trabajadores del sector privado en blanco.
La última Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) que elabora la Secretaría de Trabajo estimó que en marzo ese segmento del empleo cayó otro 0,5% en el mes, lo cual sumaría otros 35.555 empleados menos. En total, serían unos 94.455 empleados menos en el período mencionado.
Los sectores más golpeados son la construcción (-15%), el transporte (-8%) y luego vienen el comercio y la industria, que ven caer mensualmente entre 2000 y 4000 trabajadores.
La mitad de los argentinos tienen un trabajo en negro o son independientes y no están incluidos en el SIPA. La Cuenta de Generación del Ingreso e Insumo de Mano de Obra del Indec estimaba a fin del año pasado que hay 23 millones de puestos de trabajo en la Argentina. Un poco más de la mitad (11,2 millones) tienen un sueldo en blanco.
La otra mitad, en tanto, son asalariados no registrados (5,7 millones) y cuentapropistas (5,9 millones). El SIPA, que es un registro y no una encuesta, estimó que a fines de febrero pasado los trabajadores registrados (públicos, privados, autónomos, monotributistas) eran 13,3 millones.
El empleo privado registrado más afectado en los últimos meses es el de la construcción por el freno casi total a la obra pública por parte del Ministerio de Economía.
Según los números oficiales de los Indicadores de Coyuntura de la Actividad de la Construcción (ISAC) del Indec, entre diciembre y febrero, se perdieron 48.076 puestos de trabajo en la construcción.
La industria de alimentos y bebidas lleva 10 meses consecutivos de contracción de su actividad y el último dato la ubica al 56% de utilización de su capacidad instalada.
En el sector automotor, General Motors, Volkswagen, Toyota y Renault tienen abiertos procesos importantes de retiros voluntarios. En abril hubo despidos en FV, la empresa de grifería más grande del país, más de 1000 empleados.
El hipermercado Changomás despidió a más de 150 de ocho sucursales alrededor del país. Además, la misma situación se atraviesa en Whirlpool, donde 60 empleados fueron despidos de su planta de Pilar por la caída abrupta en ventas. A su vez, Fate, la fábrica de neumáticos arrojó al mercado laboral a casi un centenar de trabajadores como consecuencia de la pérdida de competitividad exportadora”.