Flores, décadas atrás, supo ser una de las zonas con más movida de Buenos Aires. Personas de toda la capital y el conurbano solían viajar hasta sus calles para disfrutar de sus boliches, cines, bares, billares y confiterías. Con el correr de los años, todo esto se fue apagando y transformando.
Siguiendo la lógica del negocio inmobiliario comenzó la demolición de cuatro frentes contiguos en Rivadavia, a pasos de San Pedrito del ex cine Minerva y disco The End. Su frente de columnas y detalles de ornamentación era patrimonio del barrio.
Sin embargo, poco importó. Con el fin supuesto de un avance indiscriminado del centro comercial Avellaneda y sus galerías de bajísima calidad (que en un país ordenado no se podrían habilitar) fueron por cuatro frentes de poco más de 8 metros de frente y casi media cuadra de fondo, a centímetros de la boca de la terminal del subte A.
A pesar de ser construido antes de 1941, la “demolición total” realizada por la empresa CMB Construcciones contó con la aprobación del Gobierno de la Ciudad (EX-2024-05449793-GCABA-DGROC). Su actual propietario es Yarden S.A.
En noviembre de 2016, la Comisión de Cultura y Patrimonio del Consejo Consultivo de la Comuna 7, pedía que el predio sea protegido (nota 365).
El Cine Minerva, inaugurado en 1925, era un cine de mala fama (entre los más de 20 de Flores), más conocido como “La Piojera”. Su arquitecto fue R. Martínez Vivot y su primer dueño Emilio Falco. Luego, fue comprado por el legendario arquero de Boca Juniors Américo Tesoriere.