
La culpa no es del frio
Por Silvana Melo A las dos de la mañana en Palermo hacía más de ocho horas que la noche era profunda. En invierno el sol se encierra como todos los que tienen casa donde volver. A las dos de la mañana el frío cae sobre los cuerpos como hierros, como filos. Y es generalmente la hora cuando…