Con el cierre de este establecimiento gastronómico, uno más de los cientos que cerraron en el último año en la ciudad, quedaron 80 empleados en la calle que para su sorpresa, cuando fueron a trabajar, encontraron el lugar cerrado con un candado y sin los dueños presentes. La sorpresa del cierre fue muy grande ya que ninguno de los empleados recibió un telegrama de despido o aviso previo y no se comentaba que el bar estuviera en dificultades.
El restaurante Los Maizales es un clásico de Caballito y la sorpresa también fue para los proveedores que llegaban a cobrar y entregar mercadería previamente pedida por los propietarios de la firma.
Dos de los dueños de Los Maizales y el subgerente del local se presentaron en el restaurante cerrado, ubicado en José María Moreno 333 custodiados por cuatro efectivos de una empresa privada de seguridad para charlar con los empleados y arreglar la desvinculaciones.
Uno de ellos fue recibiendo de a uno a los 80 empleados para ofrecerles unas indemnizaciones que catalogaron de paupérrimas, ya que les ofrecieron en algunos casos, 30 y 55 mil pesos por la indemnización de siete años de trabajo, lo que fue rechazado por la mayoría de los trabajadores.
No obstante, trascendió que ninguno de los empleados recibió un telegrama de despido o aviso previo y desde el sindicato que representa al personal informaron que los dueños no presentaron la quiebra. Desde la empresa con esta actitud confirmaron el cierre del restaurante aunque no presentaron quiebra. La movida inesperada para los trabajadores fue pensada para que estos no tomaran el local y se constituyeran en cooperativa para defender sus puestos de trabajo como ocurrió en varios casos el año pasado.
