
Casi nunca se cuestionan gastos del ejecutivo porteño y sus dependencias. Existen en la ciudad obras en plazas que duran meses, que no tienen carteles de obras que especifiquen presupuestos y trabajos a realizar. En la ciudad se asfaltan cada dos o tres años las mismas avenidas sin que haya información de los costos de esos trabajos ni que ningún organismo de control verifique si hacia falta la renovación.
En la ciudad se realizan muchísimos trabajos y servicios públicos donde es una odisea conseguir información fidedigna, tanto las comunas, todas oficialistas como las dependencias del gobierno central son un muro fificil de pasar a la hora de dar estas informaciones.
No sucedió así con la compra de armas para la nueva policía de la ciudad, que según una empresa argentina se pagarían “el doble” del precio de mercado que han sacado de su habitual tranquilidad al ministro de Seguridad porteño Martín Ocampo y al secretario Marcelo DAlessandro.
Un expediente, el 2036/2016 habla sobre la compra directa por especialidad 68/2016, que se inicia cuando la emblemática fábrica nacional de pistolas Bersa se queja del movimiento al querer entrar a la licitación y quedar afuera. Bersa sostiene que la fábrica nacional debería fabricar sus propios armamentos: “una compra directa por especialidad injustificada de un modelo específico a un proveedor único, habiendo opciones en el mercado nacional como internacional”.
La Dirección General de Fabricaciones Militares, organismo del Ministerio de Defensa, que debe abastecer de material bélico y logístico a Fuerzas Armadas y de Seguridad muestra un dudoso sobreprecio en una licitación para comprar 15.000 pistolas y además, esta sospechado el gobierno la ciudad de Buenos Aires queriéndolas adquirir por “el doble” de su valor de referencia.
Al parecer el ministro de Defensa Julio Martínez no estaba al tanto de las “irregularidades”, pero es llamativo ya que Fabricaciones Militares tiene como interventor al dirigente del PRO, Héctor Lostri.
Según documentos internos y elaborados por Fabricaciones Militares, el 21 de diciembre del año pasado hubo un llamado a licitación de compra directa por especialidad donde solo se presentò la fábrica italiana Beretta. La licitación cerraba el 28 de diciembre, pero los fabricantes nacionales como Bersa protestaron para entrar en la licitaciòn y fue asì que se abrió un nuevo expediente y la licitación se extendió hasta el 3 de enero pero la situación de la empresa italiana Beretta no registró cambios en su posición en cuanto a la compra directa.
En el acta de apertura de Fabricaciones Miliares, se lee la intención expresada en la Gerencia de Abastecimiento de adquirir por “contratación directa” a Fábrica de Armas Pietro Berretta , 15000 pistolas Semiautomáticas Beretta Px4 Storm, tipo F Calibre 9×19 milímetros. El monto total de la oferta da 4.875.000 euros, por lo que cada arma saldría 325.
En el expediente interno cursado en Fabricaciones Militares, pero que ahora estaría paralizado se acumulan páginas de idas y venidas con esta compra que aún no se efectuó. Pero la sorpresa myor está en las páginas finales donde aparece un convenio con el ministerio de Justicia y Seguridad de la ciudad para proveer armamentos.
Es decir, la ciudad compraría las mismas pistolas Beretta que adquiriría Fabricaciones Militares a la empresa italiana, pero con el detalle revelado en algunos emails entre la Gerencia de Abastecimiento de FM y Ministerio de Seguridad porteño donde aparece claramente el precio pactado: 13000 por cada pistola (768,5 euros, es decir el doble de lo que pagò Fabricaciones Militares).
En la protesta de Bersa ante el organismo de Defensa, denuncia que Fabricaciones Militares contrata “sin ser usuario final de este producto terminado” (pistolas) y que “se adquieren estos bienes para comercializarlo con fuerzas de seguridad y defensa”. En la denuncia la queja es porque el organismo “monopolizaría y direccionaría la provisión de este de este tipo de insumos para fuerzas de seguridad, haciendo uso de beneficios de excepciones a impuestos tasas y gravámenes, en detrimento de la fabricación nacional de estos insumos.
El expediente en Fabricaciones Militares entre tanto está paralizado, por ahora, pero es un claro ejemplo de lo que pasará con la ley que se votó en el Congreso a instancias del PRO, apoyado por el Frente Renovador donde la provisión de materiales e insumos al estado es ahora público – privado y donde pueden intervenir empresas extranjeras.