Como si se tratara de algo habitual, que no tiene gran importancia, se anunció a través de medios locales sanjuaninos y grupos que se oponen a la minería a cielo abierto, que la minera canadiense Barrick Gold, provoco un nuevo derrame de tóxicos que afecto a los ríos de San Juan.
La minera reconoció el nuevo derrame, en su proyecto originalmente binacional Lama y anunció que cerrará el túnel para transportar roca de Chile a Argentina, cuya construcción destruyó un ambiente periglacial protegido por ley.
Pascua Lama es un yacimiento binacional argentino-chileno que frenó la justicia trasandina cuando constató que el polvo minero cubrió dos glaciares y diò importancia a las denuncias por contaminación de cursos de agua que realizaron las comunidades de agricultores e indígenas de Chile.
En esta oportunidad (la tercera en un año) la empresa informó que » tuvo lugar un evento en Lama, a raíz del deshielo de uno de los inviernos más intensos de las últimas décadas en esa zona de la cordillera que se originó por la crecida del río Turbio cuyo caudal y arrastre de sedimentos alcanzó la capacidad máxima de las piletas de sedimentación, por lo que el agua fue conducida a través de un canal de contingencia construido para este propósito hacia el dique impermeabilizado, antes de su descarga en el río Las Taguas».
A pesar del comunicado, se sabe que una parte excedente no está ingresando al sistema para no sobrepasar la capacidad de tratamiento, es decir, una parte está siendo derramada en el medio ambiente, con su consecuente contaminación.
El «evento» es un invento de Barrick Gold. Los ambientalistas aseguran con pruebas que la empresa está drenando un cóctel químico al río Las Taguas y que esto pasa todos los días.
La Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM) negaron esta situación grave para la gente de San Juan, pero el hidrogeólogo estadounidense Roberto Moran, uno de los expertos más preparados del mundo en pasivos mineros explicó que las aguas se volvieron ácidas por culpa exclusiva de la falta de previsión de Barrick Gold y declaraba lo siguiente:
«Es probable que el agua subterránea que se encontró durante la construcción del túnel para pasar material de Chile hacia Argentina, no era fuertemente ácida (por ejemplo, tenía un pH de 6). Situaciones similares alrededor del mundo muestran que el agua subterránea sólo se vuelve fuertemente ácida después de ser expuesta al oxígeno del aire, al agua líquida, y a las bacterias oxidantes de hierro y azufre».
«Antes de la construcción del túnel, la roca metalífera rica en sulfuros estaba enterrada profundamente dentro de Los Andes, con la mayor parte del agua congelada y las concentraciones de oxígeno disuelto cerca de cero. Varios ejemplos de antiguos túneles mineros similares muestran que el agua encontrada tenía originalmente un pH de entre 7 y 8».
“El agua, ácida o no, estaba contenida en la montaña. Y se empezó a contaminar luego de que Barrick Gold construyera el túnel. Para paliar esa situación, el gobierno provincial le exigió que construya un canal para desviar el agua hacia unas piletas, echar una gran cantidad de cal para mermar la acidez y luego volverla a arrojar al río. Al parecer, no bastó. Contaminó los cursos de los rìos.
La empresa anunció que cerrará el túnel que conecta a Chile y que afecto gravemente el ambiente perigracial de esa parte de la cordillera, luego de negar que tenga algún impacto ambiental y luego de montar un costoso dispositivo para intentar paliar la contaminación que estaban produciendo.
¿Es posible seguir con esta minería a cielo abierto que destruye todo y no deja ningún beneficio local, salvo unos pocos puestos de trabajo, mientras las riquezas que extraen se dedican por completo a la exportación, con beneficios solo para los empresarios.
Fuentes: Agencia Biodiversidad. Infobae. La Nación