Que pasa con las estaciones de Villa Crespo y La Paternal del tren San Martín que nunca se terminaron

El viaducto de la línea San Martín que une Palermo y el puente de la Av. San Martín fue inaugurado, sin estar terminado, en julio de 2019 como parte de la campaña electoral del macrismo en la Ciudad, con la promesa de que las estaciones intermedias elevadas –cuyas obras estaban avanzadas– abrirían en los meses siguientes.

La pregunta que surge es, ¿qué pasa con los trabajos inconclusos, como las estaciones deVilla Crespo y Paternal que faltan del viaducto del tren San Martín?

Según anunciaron desde la Secretaría de Transporte y Obras Públicas de la Ciudad, la obra de las estaciones La Paternal y Villa Crespo (ex Chacarita) será terminada “lo antes posible”, y se esta negociando para que la termine Nacion y no ciudad, que paro los trabajos parciales que se estaban desarrollando.

No hay fecha prevista para retomar los trabajos por la pandemia, pero el proyecto no se canceló, dino que quieren que lo concluya Nación. Hace tres años que las estaciones están cerradas y los trenes pasan de largo, sin detenerse.

Resta apenas un 7% para finalizar la obra, por lo que cortar los trabajos de forma definitiva sería no sólo ilógico sino también innecesario.

En La Paternal, ya están listos los andenes y refugios, menos los asientos. También se completó la carcelería. En Villa Crespo, en tanto, falta un poco más: resta terminar los revestimientos de los pisos, colocar la señalética, finalizar las escaleras.

La autoridades dieron la lista completa de tareas iniciadas que faltan completar, entre ellas la construcción de columnas, dinteles y vigas premoldeadas, y la colocación de solados, zócalos, losas y losetas. También resta finalizar el mobiliario y la señalética, los tableros, los ascensores y las instalaciones eléctricas, sanitarias y de incendio y detección. Y quedan pendientes trabajos de carpintería, pintura y mampostería.

Mientras tanto, en el acceso a la estación La Paternal volvieron a instalarse familias en situación de calle. Tienen sus colchones, juguetes y algún que otro mueble sobre Warnes entre Osorio y Garmendia. Saben que falta mucho para que esa parada vuelva a abrirse.

El Gobierno porteño había anunciado que ambas estaciones estarían inauguradas para fines de septiembre o principios de octubre del año pasado. Pero la pandemia no fue la única complicación de la obra: también se había frenado en septiembre del año pasado.

Es que la empresa a cargo de los trabajos, una UTE formada por Green-Rottio, había dejado de pagarles a las subcontratistas, motivo por el cual el Gobierno de la Ciudad le rescindió el contrato. En enero, se llamó a una nueva licitación, convocada por AUSA, la empresa estatal que gestiona las autopistas porteñas y está a cargo de la supervisión de los trabajos. Ese proceso fue adjudicado y todo iba a volver a ponerse en marcha a fines de marzo.

Con los trabajos frenados por la cuarentena, en julio la Secretaría informó a este diario que “se despriorizaron obras que, o bien ya habían sido iniciadas o tenían empezado su proceso licitatorio. Es el caso de las estaciones La Paternal y Villa Crespo, que si bien fueron adjudicadas, aún no se firmó el contrato. No hay fecha de inicio por el momento”.

Hoy, desde esa área explican que están “en permanente diálogo con el Ministerio de Transporte de la Nación y trabajando en conjunto para garantizar que las obras en estas dos estaciones terminen lo antes posible”.

El viaducto del tren San Martín, la línea que une Retiro con Cabred (partido de Luján), fue inaugurado el 10 de julio del año pasado. Se extiende a lo largo de 5 kilómetros entre las calles Honduras, en Palermo, y Garmendia, en La Paternal. La estación de ese barrio, al igual que la de Villa Crespo, debía ser reconstruida en altura.

Los comerciantes cuyos locales rodean ambas estaciones se habían ilusionado con los anuncios de apertura, pensando en el mayor caudal de gente que llevarían al barrio. Pero desde hace casi tres años ven cómo su actividad se reduce, con la cuarentena como tiro de gracia para muchos, que debieron cerrar su local. Otros ya habían bajado la persiana antes de marzo.

Villa Crespo en un momento la pasó mucho peor: también lo afectó la interrupción del tránsito en la avenida Corrientes, destinada a completar algunos trabajos hace un año y medio.

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