Por una alimentación sana y segura: el 80% de las frutas y hortalizas contienen agrotòxicos

Alimentarse no es lo mismo que comer o ingerir alimentos, ya que nos alimentamos tratando de suministrar a nuestro organismo los nutrientes básicos para lograr bienestar físico y mental. Por eso no es secundario pensar ¿Cómo nos estamos alimentando los argentinos actualmente? ¿Cómo se está alimentando  cada uno de los integrantes de nuestra familia? ¿De qué depende nuestra alimentación?

Nuestro país posee una creciente y alarmante tendencia al incremento de sobrepeso y obesidad en todos los sectores sociales, incluyendo por cierto a los de menores ingresos, con exceso de  azúcares y sodio sobre todo. Sólo como ejemplo: el 40 % de nuestros niños posee sobre peso o es obeso.

 La calidad de la dieta y sus consecuencias afectan  actualmente a mucha más gente que la falta de alimentos;    algunos de nuestros hermanos  no alcanzan a satisfacer sus necesidades de calorías y proteínas, pero son muchísimos más los “malcomidos” parafraseando el título de un libro muy difundido el último año.

De acuerdo a los consejos de expertos y  los lineamientos de las nuevas Guías Alimentarias para la población argentina la dieta del conjunto de la población tiene que cambiar en forma significativa,  incorporando  o mejorando el consumo de leche y derivados, granos, legumbres y cereales, frutas y hortalizas.

Este bien intencionado consejo, deja de lado algunas observaciones que son fundamentales  y se asienta  en la experiencia de consumidores y productores: cuidado con la contaminación por  agrotóxicos de los alimentos que incorporamos en nuestra alimentación y tratar de reducir al mínimo posible el consumo de alimentos “ultraprocesados”, cuya composición resulta difícil de entender, razón por la que algunos los designan como OCNI (Objetos Comestibles No Identificados)

La generalizada recomendación de ampliar el  consumo de  frutas y verduras debe ser atendida, pero sin descuidar la calidad de los alimentos que ingerimos, un tema de preocupación creciente. Por ejemplo, El 80 % de las hortalizas y frutas analizadas recientemente  en el Mercado Central de La Plata por el equipo del Dr. Damián Marino –Espacio Multidisciplinario de  Interacción Socio Ambiental- de la Universidad Nacional de La Plata- dieron positivo al menos a un compuesto agrotóxico; tres de  cada diez productos contenían tres tóxicos; el 41,7 % de los cítricos analizados contenían  residuos de un agrotóxico prohibido, el endosulfán ; este producto estaba presente en el 66 % de las zanahorias analizadas, aunque también se determinaron otros venenos usados para controla plagas y enfermedades de los cultivos.

Los ampliamente difundidos resultados del estudio del Dr. Marino y equipo no hacen sino corroborar en La Plata situaciones difundidas en todo el país, con notario impacto en el ambiente y en la salud de los ciudadanos, trabajadores y  productores agrarios. Por eso no es de extrañar que cada vez sean más las familias que ponen en marcha distintos mecanismos para acceder en forma directa a una  alimentación sin venenos  y se multiplican los reclamos para que el Estado fiscalice, controle y también promueva un tipo de alimentación sana, segura y soberana –las tres S de la alimentación- favoreciendo la producción ecológica en el agro y su consumo masivo, especialmente en los sectores populares. A ello apunta la Campaña lanzada en la provincia de Santa Fe a mitad del 2015.     

Campaña  “Alimentos Sanos para el Buen Vivir”

“El mundo al revés nos enseña padecer la realidad en lugar de cambiarla, a olvidar el pasado en lugar de escucharlo, y  aceptar el futuro en lugar de imaginarlo”. Eduardo Galeano.

Estamos auto convocados para la construcción de una nueva cultura con valores, una cultura ética, donde el  cultivo de alimentos sanos, basados en la agricultura ecológica sea un eje central.

Necesitamos que la agricultura ecológica sea reconocida y valorada por los planificadores, los urbanistas y los decisores políticos para que sea incorporada en las políticas de Estado y en la planificación estratégica, de nuestras ciudades y pueblos. También por los investigadores, los profesionales y los técnicos para que la incluyan en sus investigaciones y estudios; por los educadores y los comunicadores para que den visibilidad a los múltiples beneficios y servicios que en pos del Buen Vivir.

En este marco, un grupo de seres humanos comprometidos con esta idea, hemos decidido iniciar una campaña para dar a conocer esta propuesta y convocar a toda la ciudadanía a que se sume, ya que todos dependemos de la agricultura.

La verdadera agricultura, la ecológica, está vinculada con todos los ámbitos de la vida, nos provee alimentos, plantas curativas para estar saludables y paisajes también saludables.

Los convocamos a todas y todos, a comprometerse firmando esta propuesta que nos convoca a impulsar un cambio profundo de actitudes y un cambio espiritual y ético, que nos reconcilie con la naturaleza, acompañada de un cambio de valores, de nuevas actitudes políticas y nuevas prácticas económicas.

 Alimentos Sanos para el Buen Vivir.

Buscamos por la Salud de los Agricultores y los Consumidores, jerarquizar  la Agricultura Ecológica (Agroecológica, 0rgánica, Biodinámica, Permacultura) la que nos provee de alimentos sanos. Este es el pedido histórico de los productores:

1-            Acceso a tecnologías apropiadas que permitan contar con semillas locales, abonos verdes, abonos compuestos y fito-estimulantes para el manejo de plagas y enfermedades.

2-            Asesoramiento y acompañamiento técnico para lograr productos agroecológicos de calidad y en cantidad capaces de satisfacer las necesidades de la población.

3-            Garantizar el acceso al suelo para la producción de alimentos agroecológicos, a la infraestructura básica, a maquinarias apropiadas y a la disponibilidad de agua incluyendo el sistema de riego.

4-            Créditos  promocionales y Exención impositiva para  impulsar  la  producción agroecológica.

5-            Garantizar la compra estatal de la producción agroecológica para el abastecimiento de  escuelas y hospitales.

6-            Desarrollar y facilitar las Infraestructuras  de transformación y canales  de comercialización locales.

7-            Incorporar en ámbitos de la educación formal y no formal la Formación y la Capacitación  en Agroecología.

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