Por Ricardo Guaglianone
A poco de comenzar su edición 2016, otra vez el Dakar trae sufrimiento y desgracia a la Argentina: en un grave accidente el Mini piloteado por la china Guo Meiling, que había largado desde Arrecifes a las 17h51m, en una maniobra fatal se descontroló y cayó sobre los espectadores que estaban a la vera del camino: hay tres heridos muy graves y ocho quedaron internados en Arrecifes.
El ex piloto del Dakar Juan Andrés Calegari, que estaba viendo el paso del Dakar en la misma zona contó a medios nacionales: «el salto se estaba rompiendo por el paso constante de los vehículos. El Mini tocó tierra, salió cruzado hacia la izquierda y rozó el alambrado. El piloto quiso corregir y entonces salió hacia la derecha, allí embistió al público».
«»El Mini arrancó varios postes de alumbrado, tal la violencia del despiste, y terminó pegando contra dos camionetas…. ví mucha gente muy herida, muy golpeada, fue desesperante. Venía muy rápida, el Mini terminó muy cerca de nuestra camioneta, al punto que una de las piedras que levantó en el despiste le pegó en la rodilla a mi papá”.
Según el subjefe de los Bomberos Voluntarios de Arrecifes, fueron internados ocho heridos de consideración, con politraumatismo varios, de los cuales tres eran menores, uno de ellos con fractura de cadera. Uno de los heridos estaba muy comprometido con fracturas varias y un fuerte golpe en la cabeza.
Una competencia elitista
El Dakar 2016 se correrá nuevamente en Perú, Bolivia y Argentina con final en Rosario, a pesar de las fundadas críticas de organizaciones ambientalistas de los países participantes.
La nueva edición del rally se iniciará en Lima, el 3 de enero de 2016, luego irá por Bolivia, cruzará hacia Argentina y finalizará en la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe.
Esta será la 38° edición de la competencia y la octava en Sudamérica, que tendrá una extensión de 8500 kilómetros divididos en etapas: 3 en Perú, 5 en Bolivia, 6 en Argentina y en esta ocasión, algunas denominadas ‘maratón’, que serán sin asistencia técnica para profundizar el riesgo de los competidores y hacer más dramática la travesía.
Haciendo caso omiso a las fundadas críticas que tiene la competencia por la enorme destrucción de sitios arqueológicos, paisajes, vida silvestre y contaminación que provocan a su paso los más de 500 vehículos que participan de la competencia, los gobiernos nacionales y provinciales siguen elogiando una carrera que solo trae desgracias y destrucción.
¿Porque no participa Chile?
La verdad sobre la no participación de Chile es porque autoridades políticas y activistas ecologistas chilenos vienen expresando el rechazó a la competencia desde el Dakar del 2010. Ese año la alcaldesa chilena Sandra Berna, de San Pedro de Atacama, una hermosa ciudad ubicada en medio del desierto, señaló su oposición a que la prueba pase por allí, señalando que la competencia es «una amenaza ecológica con un impacto negativo muy grande «.
Esa zona de Atacama está habitada mayoritariamente por indígenas y es uno de los destinos turísticos más importantes de Chile. En 2010, la organización ecologista Partido Verde apoyó a la dirigente realizando fuertes protestas un mes antes del inicio de la competencia
A su vez, en 2011, la Universidad de Chile señaló que, según informes de daños elaborados por el Consejo de Monumentos Nacionales, desde 2009 a 2011 se constató la destrucción de varios geoglifos y de 283 sitios arqueológicos, equivalente al 58,2% de los más de 570 sitios registrados en dicho país.
A raíz de este informe, un grupo de organizaciones civiles presentaron acciones judiciales, entre ellas un recurso de protección, por la destrucción de estos sitios arqueológicos producto del Dakar que fue rechazada por la Corte Suprema de Chile.
Sin embargo, el Consejo de Defensa del Estado y el Consejo de Monumentos Nacionales, se hicieron eco de las protestas e hicieron pública una declaración de oficio en el 2012 basada en los daños detectados, sumando las denuncias de particulares de otros seis sitios destruidos.
Chile ya había puesto en duda su participación por el monto que tiene que abonar a los organizadores del Dakar (entre US$4 y US$6 millones de dólares).
Para lograr este rechazo del Dakar 2016, organizaciones civiles se aliaron con las comunidades indígenas de las regiones donde se corrió el rally el año pasado y presentaron una demanda invocando un convenio que obliga a que los pueblos originarios sean consultados sobre el uso de sus territorios.
La postura chilena fue apoyada por el ingeniero Klaus Hönninger, director del Museo Paleontológico Meyer-Hönninger de Perú, que sostiene que tampoco los peruanos deberían permitir otra edición del rally por el gran daño que sufrió el patrimonio nacional, como los registrados en el desierto de Ocucaje y en las Líneas de Nasca.
Las denuncias en Argentina
En Argentina también hay fuertes cuestionamientos a esta competencia, que son ignorados por el gobierno nacional, la oposición y la prensa.
La Fundación para la Defensa del Ambiente (FUNAM) de la ciudad de Córdoba, viene denunciando al Rally Dakar desde el 2008 por ser una gran amenaza ambiental para Córdoba y otras provincias cuestionando duramente el paso del rally por territorio cordobés.
La fundación es patrocinada por el Dr. C. Aníbal Paz, que acompañó a FUNAM en una exitosa acción de amparo en 2008 evitando el uso del Parque General San Martín, un área protegida. Asimismo FUNAM presentó una acción de amparo contra el Dakar 2009 y logró que los recorridos secretos (una condición casi colonial del rally), pudieran ser conocidos.
El Dr. Raúl Montenegro, presidente de FUNAM denuncio reiteradamente, que la competencia afecta ecosistemas frágiles y destruyen sitios arqueológicos con total impunidad.
Montenegro es profesor titular de Biología Evolutiva en la Universidad Nacional de Córdoba se opone al despilfarro de los escasos recursos naturales de la provincia: “nuestros ecosistemas están frágiles y lo importante es proveer de agua a las comunidades locales y a los turistas que nos visitan anualmente, no a una competencia que destruye todo a su paso”.
Otras organizaciones ecologistas en el país, también denunciaron al “Rally colonial” por sus altos consumos de agua y combustible, por la contaminación que dejan a su paso, la destrucción de sitios vírgenes y el abandono de toneladas de desechos contaminantes en el ambiente.
Ciertamente, el Dakar no es una competencia lineal de vehículos, sino una ancha franja de autos, camionetas, camiones y motos, que atraviesan zonas arenosas frágiles y únicas, destrozando a su paso el suelo y la vegetación nativa. En Europa no se permite esta clase se competencias, entonces vienen a países donde las autoridades, irresponsablemente, los reciben con brazos abiertos y subsidios.
Comparto absolutamente con todas las personas e instituciones que se oponen a estas destructivas competencias sacha deportivas que tanto dañan el medioambiental.Argentina tiene que ser más responsable y cuidar su fauna,flora y la población.Deberíamos formar una organización que luche fuertemente contra este tipo de competencias dañinas .