La secretaria personal de Evita y militante peronista desde la primera hora, Nélida Domínguez de Miguel, fue declarada Personalidad destacada de la Cultura de Buenos Aires.
La mención hizo referencia a de Miguel como «un ejemplo para todos los que sienten el peronismo y se criaron militando en la Ciudad, por el cariño que le tenemos».
Cuando el peronismo estaba proscripto, Nélida siempre ayudó a todos los militantes, ella es la máxima expresión de la militancia.
A su turno, se destacó «la condición femenina de la compañera de Miguel, igual que Evita» que como mujeres, dejaron más cosas que los hombres en la militancia.
Nélida tuvo que dejar muchas cosas para seguir con el legado de Evita y ahora a sus 94 años sigue militando por los desprotegidos del siglo XXI.
Luego de recibir el diploma que la distingue como personalidad destacada de la Ciudad, Nélida de Miguel reconoció que «cuando me homenajean, además de emocionarme pienso que hice algo bien por el Pueblo», y agradeció en especial a las legisladoras porque «este mundo no sería lo mismo sin nosotras, porque llegamos a donde los hombres no llegan y estuvimos siempre en la lucha y en la pelea».
«Me comprometí con Eva Perón en que iba a trabajar para ella hasta el último día y acá estoy. El pueblo es de Eva Perón. El peronismo será revolucionario o no será nada», finalizó eterna militante peronista.
Durante aquel mítico 17 de octubre de 1945, la por entonces jefa de personal del Instituto Malbrán, Nélida de Miguel, no dudó y se sumó a las filas de trabajadores que se dirigían a Plaza de Mayo, en una época en la que no era común ver mujeres en la calle militando.
Más tarde, cuando se puso al frente de la Secretaría de Trabajo, Evita la recibió y le dio la tarea de clasificar los pedidos por enfermedades, por trabajo, por pedido de empleos, por angustias, para ayudar a resolver los problemas de los argentinos. Luego, esa información era preparada para los viajes que hacían Perón y Eva por el interior del país.
Además, Nélida de Miguel militó incansablemente, tras la sanción de la ley del voto femenino y en 1954 fue elegida diputada nacional. En septiembre de 1955, luego del golpe de Estado que derrocó a Perón, fue encarcelada en Tucumán durante tres meses. Al salir, y de regreso a Buenos Aires, formó parte de la Resistencia Peronista.
En 1972 viajó en el chárter que trajo a Perón en su retorno a la Argentina, después de casi dieciocho años de exilio. Fue representante concejal porteña desde 1973 hasta el golpe militar del 1976. Desde 2003 integra la Comisión Permanente Nacional de Homenaje al Tte. Gral. Juan Domingo Perón.
Luchadora incansable por la causa del Peronismo. Una vida dedicada a las mujeres y a los más necesitados. Hoy a sus 94 años continúa militando junto a los compañeros rurales, y brindando, como siempre, toda su calidez, humildad y su eterno compromiso al legado de Eva Perón.