Los vecinos quieren salvar al Cine Teatro Urquiza

En la avenida Caseros al 2800 esta el Cine Teatro Urquiza, que se ha trasformado en un objetivo a cumplir de los vecinos de Parque Patricios para preservar el edificio  inaugurado en 1921. Actualmente se encuentra en un lamentable estado de abandono y al borde de la demolición. Cientos de vecinos desde hace mucho tiempo están impidiendo su destrucción y se reúnen habitualmente en el lugar pidiendo una medida de protección urgente de las autoridades.

Siempre es el mismo motivo el que dilapida edificios históricos y cambia las identidades barriales en base  ganar dinero a como sea y tiene que ver con el negocio inmobiliario.

La movida vecinal nació en el 2013 cuando un vecino se entera que querían demoler el edificio para hacer una torre de oficinas. En el lugar funcionaba un supermercado chino que había puesto carteles en la puerta que decían ‘liquidación por demolición’.

La curiosidad del vecino lo llevó a preguntar qué estaba pasando a los dueños del supermercado; y así convocó a los vecinos del barrio en la esquina de Monteagudo y Caseros para juntar firmas con el fin de buscar alternativas para que no se lleve a cabo la demolició.

Fue de esta manera casi casual que los vecinos se fueron reuniendo y la idea de proteger y conservar el edificio prendió fuerte. Recuperar el cine teatro Urquiza fue la idea y se apoyaron en las leyes patrimoniales para pedir su conservación, argumentando que  se están vulnerando varias leyes, entre ellas la Constitución, pero también en los tratados internacionales de la Unesco, las leyes nacionales 14800 (sobre teatros) y la 1227 (sobre patrimonio), además de la ley 4104 de la Ciudad de Buenos Aires que protege los teatros y cines, y establece que, en caso de demolición, el dueño está obligado a construir hasta el 90 por ciento de lo que fue el tetro demolido.

Generaciones enteras se identifican con el teatro que quieren demoler en Patricios y los vecinos se alzaron para defender este baluarte del patrimonio barrial, símbolo del barrio de Parque Patricios. El negocio inmobiliario con la complicidad del gobierno porteño no tiene límites de ninguna índole.

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