Esta calle hace mención a José Antonio Álvarez de Condarco, militar, cartógrafo, fabricante de pólvora nacido en 1780 en Tucumán.
Se desempeñó como colaborador del General San Martín en el cruce de Los Andes. Luego de apoyar la revolución de Mayo de 1810, fue designado Director de la fábrica de pólvora y explosivos de Córdoba uniéndose a San Martín en Mendoza, sirviendo además de cartógrafo.
El Libertador, receloso de enviar las tropas por parajes desconocidos envía a Condarco en una misión especial ante el gobernador español en Chile para informarle de la decisión libertadora de las Provincias Unidas del Rió de La Plata, especulando que sería enviado de vuelta de Chile por el paso más corto y seguro que era el de Uspallata.
Condarco había confeccionado en su memoria los mapas de las rutas indicadas para volver a Mendoza, que fueron luego utilizados por las tropas en 1817. Luego de combatir heroicamente en Chacabuco, fue enviado a Londres para comprar barcos para la primera flota chilena.
En el año 1839 ya retirado del servicio militar fue llamado por el gobierno de Chile para cubrir un puesto técnico en la administración pública, como jefe del Departamento de Ingenieros y Caminos de la República de Chile.
Impedido de regresar a su país por su pública oposición al régimen de Rosas, vivió en Chile donde paso el resto de su vida enseñando matemáticas, hasta su fallecimiento el 17 de diciembre de 1855. Murió en la mayor miseria, a punto de haber sido necesario levantar una subscripción pública para sepultarlo.
El sargento mayor Álvarez de Condarco fue un hábil químico e inteligente ingeniero con una memoria prodigiosa.
