“El poder lo tienen los vecinos” fue una de las frases más llamativas al inicio del discurso del jefe porteño durante la apertura de sesiones ordinarias en la Legislatura porteña, “los vecinos deciden que se hace y que no se hace en la ciudad” dijo Horacio Rodríguez Larreta y ponderó el inicio de clases como un gran logro, aunque no hablo que el conflicto paritario con los gremios no está resuelto y que ya anunciaron medidas de fuerza si no obtienen un aumento salarial acorde a sus pretensiones de no perder nuevamente frente a la inflación.
El gobierno les ofreció un magro 12%, casi una burla comparado con el nivel de aumentos de servicios que supera el 40% como mínimo. Tampoco se refirió a las miles de vacantes que faltan en las escuelas públicas ni explico el cierre del canal de la ciudad, parte de una política de ajuste en sintonía con el gobierno nacional y provincial. Larreta llamó a todos los sectores “a un gran diálogo para ver cómo podemos ser más austeros en el manejo de los recursos” y sostuvo que uno de sus objetivos es “sumar más policías en la calle” y que “las villas sean un barrio más en la ciudad”. Se jactó de “desmantelar” la venta callejera y agregó como temas de coyuntura la entrega de “más bolsas de plástico para proteger el medio ambiente” y el “aumento del uso de la bicicleta”. La exposición tuvo instantes de tensión cuando los legisladores opositores mostraron carteles contra la política educativa y alguien grito “que se terminen los despidos en la ciudad” haciendo referencia al cierre del programa Fines para adultos y del Canal Ciudad.
Los legisladores opositores destacaron que decir que “los vecinos tienen el poder” es una ironía de mal gusto, ya que no deciden nada y las comunas, como participación institucional esta desactivada por este gobierno.