En el barrio porteño de Villa Crespo, a inicios del siglo pasado, un conjunto de jóvenes creó un equipo de fútbol con los colores blanco y verde como bandera, bautizado como Mártires de Chicago, en honor a los trabajadores fallecidos en la Revuelta de Haymarket, el 1 de mayo de 1886 en Chicago, Estados Unidos. Así fue hasta que decidieron unificarse con Sol de la Victoria y formar un club.
El 15 de agosto de 1904, nació la Asociación Atlética y Futbolística Argentinos Unidos de Villa Crespo con la elección de Leandro Ravera Bianchi como su presidente. Rápidamente se encargó el sello, pero para facilitar su confección, se realizó una modificación en el nombre y finalmente se fundó la Asociación Atlética Argentinos Juniors.
A su vez, el verde de la camiseta fue cambiado por el rojo, debido a los principios socialistas de los fundadores y también, a que ese mismo año, el Dr. Alfredo Palacios se convirtió en el primer integrante del partido en ingresar a la Cámara de Diputados de la Nación.
En 1909, cuando aún jugaba en el potrero de Parral y Luis Viale, el club se afilió a la Asociación Argentina de Fútbol e ingresó en Segunda División. En 1921 ascendió a Primera y tiempo después se mudó a Av. San Martín y Punta Arenas, en el barrio de La Paternal, a un espacio alquilado del Ferrocarril del Pacífico. Esa sede nueva se inauguró el 26 de julio de 1925 con una victoria por 4 a 3 ante Huracán y al año siguiente tuvo su mejor papel en el amateurismo cuando en 1926 obtuvo el subcampeonato.
Cuando comenzó la era profesional, Argentinos fue uno de los 18 equipos que participaron del primer torneo en 1931. Al poco tiempo de la situación económica del club se volvió crítica, al punto de que en 1934 se vio obligado a participar del certamen fusionado con Atlanta, unión que fue disuelta a fines de ese año.
Al año siguiente los problemas se acrecentaron, hasta que en 1937 el club sufrió su primer descenso en el profesionalismo, a su vez fue desalojado de su estadio por falta de pago y se le embargaron las estructuras de la cancha. Finalmente, disminuyó el número de socios, quedando apenas alrededor de cien activos y dejando a la institución al borde de la desaparición.
El primer ascenso
En 1939 fue electo como presidente Gastón García Miramón, quien de su propio bolsillo alquiló un predio en Médanos y Boyacá y recuperó los materiales embargados para la construcción del nuevo estadio, que abrió sus puertas el 27 de abril de 1940 en una victoria 2 a 1 contra Barracas Central, por la primera fecha del campeonato de Segunda División. Argentinos fue campeón, pero la AFA le impidió el ascenso aduciendo que la cancha aún no se encontraba en condiciones para la Primera, e indemnizó al club con un dinero que se invirtió en su remodelación.
Finalmente en 1955 se logró el retorno a la máxima categoría, tras 18 años en la Segunda División. En la vuelta a Primera surgió el apodo de Bichos Colorados, por el rojo de la camiseta y porque Argentinos comenzó a caracterizarse por hacerse muy fuerte como local y ser difícil de vencer para los cuadros grandes.
En 1960, el Bicho realizó su mejor campaña hasta el momento, capitaneado por Mario Sciarra y con un mediocampo emblemático compuesto por Oscar Di Stéfano, Héctor Pederzoli y Orlando Nappe, más la figura de Martín Pando, el humilde elenco de La Paternal peleó por el título y finalizó tercero en ese campeonato. A este equipo se lo conoce como uno de los mejores de la historia del club.
En la década de 1970 surgieron Los Cebollitas, el juvenil más recordado del semillero. Dirigidos por Francis Cornejo y con un pequeño Diego Armando Maradona como capitán, Los Cebollitas se iniciaron en infantiles y fueron campeones en novena y octava división, además de llegar a tener un invicto de 136 partidos consecutivos. La leyenda finalizó cuando Maradona llegó a Primera, con apenas 15 años.
“Vaya, Diego, juegue como usted sabe, y si puede, tire un caño” fueron las palabras del director técnico Juan Carlos Montes a Maradona el 20 de octubre de 1976, cuando Pelusa debutó en Argentinos en una derrota por 1 a 0 ante Talleres de Córdoba en La Paternal y, efectivamente, en una de sus primeras intervenciones, le hizo un túnel al jugador Juan Cabrera. Posteriormente, y con Maradona como figura, el Bicho se consagró subcampeón del Metropolitano de 1980. Tras cinco años en los que Diego fue goleador de cinco torneos, y se transformó en el máximo artillero del club en Primera División con 116 goles, el Pibe de Oro pasó a Boca Juniors en 1981
Al campeonato siguiente, el nivel del equipo bajó rotundamente y debió jugarse la categoría en la última fecha ante San Lorenzo. En cancha de Ferro, se ganó 1 a 0 con gol de Carlos Salinas y un penal atajado por Mario Alles, que consumó, por primera vez en el fútbol argentino, el descenso de uno de los cinco grandes. En 1983 el técnico del Bicho, Ángel Labruna, sugirió dejar la localía en Boyacá y mudarla a Ferro, con el argumento de que las dimensiones más grandes del terreno favorecerían al juego que él pretendía que mostraran sus jugadores. El 12 de junio fue la última vez que el Tifón de Boyacá jugó en su viejo estadio de tablones en una victoria por 2 a 1 frente a Temperley.
Labruna murió meses más tarde y no pudo ver los frutos de su idea, ya que poco después, Argentinos Juniors ganó su primer título profesional al vencer a Temperley por 1 a 0 con gol de Olguín, en la última fecha del Metropolitano de 1984. El campeón formaba habitualmente con: Enrique Vidallé; Carmelo Villalba, José Luis Pavoni, Jorge Olguín, Adrián Domenech; Mario Videla, Sergio Batista, Emilio Comisso; José Antonio Castro, Pedro Pasculli y Carlos Ereros. DT: Roberto Saporiti.
La intercontinental
El año 1985 fue el más importante en la historia del Bicho. Fue campeón del Torneo Nacional luego de derrotar a Vélez por 2 a 1 en la final, con goles de ‘Pepe’ Castro y ‘Checho’ Batista, en el estadio de River el 4 de septiembre. Un mes después obtuvo el título más importante de su historia al alzarse con la Copa Libertadores el 24 de octubre ante América de Cali. Con una victoria por lado en la final, el desempate se disputó en Asunción, Paraguay, y finalizó 1 a 1 con gol del ‘Nene’ Comisso.
En los penales, Vidallé se vistió de héroe al atajar un remate y el ‘Panza’ Videla liquidó la serie al poner el 5 a 4 definitivo que llevó a La Paternal a alcanzar la gloria.
El 8 de diciembre en Tokio, Japón, se jugó la final de la Copa Intercontinental ante Juventus. El encuentro finalizó 2 a 2 con las anotaciones de Ereros y Pepe Castro para el Bicho. Tras el alargue sin goles, el título se definió por penales. Esta vez la suerte no le sonrió al Tifón, que cayó 4 a 2 y vio a los italianos levantar la Copa. Este partido es recordado como la mejor final Intercontinental de todos los tiempos. El equipo de 1985 que logró estas conquistas se conformaba de la siguiente manera: Vidallé; Villalba, Pavoni, Olguín, Domenech; Videla, Batista, Comisso; Castro, Claudio ‘Bichi’ Borghi y Ereros. DT: José Yudica.
El cuarto título de Argentinos llegó el 10 de diciembre de 1986 con la obtención de la Copa Interamericana disputada en Trinidad y Tobago ante el Defence Force de ese país. Se jugó con: Vidallé; Villalba, Pavoni, Olguín, Domenech; Videla, Batista, Comisso; Castro, Armando Dely Valdés y Ereros. DT: Roberto Saporiti. El Bicho triunfó por 1 a 0 con gol del panameño Dely Valdés.
En los 90 el club entró nuevamente en decadencia y en 1996, luego de 41 años ininterrumpidos en Primera, descendió a la B Nacional. Pero la estadía sería corta, ya que ascendió en 1997 gracias al aporte goleador de Jorge ‘Polo’ Quinteros. Se mantuvo en la máxima categoría por cinco temporadas hasta volver a caer en el descenso en 2002. Después de este nuevo retroceso, asumió la presidencia de la institución Luis Segura.
La reinauguración del estadio
El 26 de diciembre de 2003 se reinauguró el estadio de Juan Agustín García (ex Médanos) y Boyacá, luego de dos décadas sin tener cancha propia. Más de 20 mil personas deliraron con la fiesta y presenciaron la vuelta al barrio. Al año siguiente, a pesar de haber tenido una irregular campaña, Argentinos accedió a la promoción y derrotó en ambos encuentros a Talleres de Córdoba por 2 a 1, otra vez con el Polo como goleador y figura y así regresó a Primera División.
Luego de un par de temporadas de mantener la categoría agónicamente, en 2008 se volvió al plano internacional al jugar la Copa Sudamericana, en la que el Bicho llegó hasta semifinales. Poco después, y tras salir último en el Clausura 2009, Claudio Borghi se sentó en el banco de técnico y comenzó a enderezar el rumbo del equipo. Además, el 25 de noviembre de este año se inauguró en el estadio, bajo la tribuna de Gavilán, el Museo “El Templo del Fútbol” dedicado a la historia futbolística e institucional de Argentinos Juniors.
De la mano del Bichi Borghi, el Tifón de Boyacá obtuvo la quinta estrella de su historia al conquistar el Clausura 2010. Tras una heroica victoria 4 a 3 ante Independiente en la penúltima fecha, el título quedó consumado con un triunfo como visitante frente a Huracán por 2 a 1 con goles de Juan Mercier y Facundo Coria. El once titular del campeón se conformaba por: Nicolás Peric; Juan Sabia, Matías Caruzzo, Santiago Gentiletti; Gonzalo Prósperi, Juan Mercier, Néstor Ortigoza, Gustavo Oberman; Facundo Coria; Ismael Sosa y José Luis Calderón. DT: Claudio Borghi.
En mayo de 2014 Argentinos descendió por cuarta vez en su historia producto de varios torneos de bajo rendimiento y malos resultados. Pero el Bicho armó un equipo con grandes figuras liderado por las vueltas de Matías Caruzzo, Cristian ‘Lobo’ Ledesma y Juan Román Riquelme, y en diciembre retornó a la máxima categoría rápidamente.
En medio de esta situación, y por el fallecimiento de Julio Grondona, presidente de la AFA, Luis Segura asumió provisoriamente el cargo y finalizó así su mandato tras 12 años de gobierno en La Paternal, siendo reemplazado por Rubén Forastiero.
En diciembre de 2015 hubo elecciones en Argentinos y triunfó el candidato opositor al oficialismo, Cristian Malaspina, que terminó así con la era de Segura en el club. Actualmente, el equipo tiene un malísimo momento en el torneo de primera división y con la salida de Carlos Mayor como técnico, se le dio la confianza a Raúl Sanzotti, quien se encontraba dirigiendo la reserva, para que se haga cargo del primer equipo y logre levantar a Argentinos y sacarlo del fondo de la tabla.
El nuevo presidente quiere trabajar de forma tranquila y sin pausa en la mejoría de todos los ámbitos de la institución.
Por Matias Giannaula para El Adán de Buenosayres