La historia de esclavitud y muerte en lugares de trabajo ilegales, con condiciones detestables de higiene y seguridad, volviò a repetirse sin que el gobierno de la ciudad haga nada.
Esta vez murieron dos niños, de 7 y 10 años asfixiados en el sótano de una vieja casa ubicada en Páez 2796, en el barrio de Flores, que era utilizada como un taller textil clandestino denunciado hace algunos meses por La Alameda y por vecinos de esa zona.
La Fundación La Alameda denunció a otros cuatro talleres en la misma cuadra, ubicados en Páez 2766, 2710, 2775 y 2721 y otro en Terrada 909.
En Páez 2796 se produjo un incendio a las 10.30 de la mañana y al llegar los bomberos, el ingreso al lugar estaba tapiado, por lo que debieron tirar abajo una pared para poder ingresar. En el lugar murieron carbonizados dos nenes, de 10 y 7 años y sus padres resultaron heridos y fueron trasladados al Hospital Alvarez.
Los chicos asistían a la Escuela La Pampa
Los dos chicos fallecidos asistían a la escuela pública República de La Pampa, ubicada en Gaona y Caracas, en el barrio de Villa Mitre. Rodrigo estaba en 6 grado, tenía 10 años, y Orlando, al que le decían `Adair´ estaba en sala de 5 de la escuela.
Para recordar a estos chicos, el miércoles 30 de marzo a las 17 hs, se realizò una concentración en la plaza lindante a la escuela, donde participaron docentes, vecinos y alumnos para recordarlos. Estuvieron presente la escuela de Formación Profesional Nº24 de Artigas y Morón y la mayoría de las escuelas del distrito escolar 12, entre ellas la Leopoldo Marechal, ubicada en Trelles y Galicia.
Los docentes presentes repudiaron la conferencia de prensa que dieron Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal durante esa tarde, en la cual afirmaron que no había ninguna denuncia hecha sobre el taller clandestino de la calle Páez 2796, donde ocurrieron las muertes.
Los participantes llevaron velas, papeles y lapiceras para repudiar la situación que arrancó la vida de estos dos niños y hacer visible lo que califican como un crimen, con responsabilidad del gobierno de la ciudad.
Luego, a las 19,30 hs, se realizó una misa a metros del taller incendiado, en la esquina de Terrada y Páez, en el barrio de Flores, presidida por el obispo auxiliar de Buenos Aires y vicario de la zona Devoto, monseñor Juan Carlos Ares, y concelebrada por el presbítero Néstor Guatta Cescuni, párroco de Nuestra Señora de la Visitación.
Mientras se desarrollaba la ceremonia religiosa se realizó un mural en homenaje a los chicos carbonizados.