Antes de dejar el poder, el ex – presidente Mauricio Macri pretendió cerrar un negocio multimillonario para su amigo Nicolás Caputo a través de la licitación del puerto de Buenos Aires por 50 años, con el objetivo de que una empresa de Caputo se haga del negocio en una adjudicación directa, porque a la licitación se presentaba una única empresa en medio de un proceso plagado de irregularidades y un negociado inmobiliario con tierras públicas (una marca del macrismo), para la extensión de Puerto Madero, una de las zonas más ricas de la Ciudad, como uno de los principales objetivos de la maniobra.
El 2 de octubre de 2019 Macri informaría sobre el nuevo operador que se haría cargo desde diciembre de ese año, a pesar que el contrato de concesión vigente vencía en mayo de 2020. La nueva explotación se extendería por 35 años, con la posibilidad de extenderse otros 15 años.
Caputo y Macri, junto a una firma de Singapur, donde Caputo era embajador, tendrían el control del puerto hasta el 2069. La oposición de los gremios portuarios y numerosas irregularidades denunciadas pararon el mega negocio y ahora, el nuevo ministro de transporte Mario Meoni , aborto definitivamente esta iniciativa, que se hubiera completado en caso de la reelección de Macri.
El Ministro de Transporte, acompañado por el Gerente General de Puerto Buenos Aires, José Beni, se reunió en Terminal 5 del Puerto Buenos Aires con representantes de todos los sectores de la comunidad portuaria para ratificar la prórroga por dos años de las concesiones de Puerto Buenos Aires que garantiza la continuidad de todos los puestos de trabajo. De esta manera abortó el proyecto de Macri de que sus empresas y sus socios se quedaran con el puerto de Buenos Aires.